La seguridad de turno en Medellín: una mirada a los últimos gobiernos

El debate sobre las estructuras criminales y las propuestas para combatirlas se convirtió en el principal pilar para elegir alcaldes en Medellín, así han cambiado las propuestas y los resultados. 

4 de mayo de 2024
Por: Juan Fernando Montoya Calle, Samanta Betancourth Ruíz y Alejandra Castrillón Muñetón

Entrevistas con Olmer Muñoz, docente de Derecho Internacional Humanitario y Derecho Operacional en la Universidad Pontificia Bolivariana; con Fernando Quijano, Investigador y analista del conflicto urbano; Y con Max Yuri Gil Profesor del Instituto de Estudios Políticos de la Universidad de Antioquia, sobre el panorama de seguridad en los últimos años, las distintas formas de criminalidad y el funcionamiento de las políticas de seguridad de cada gobierno.

En una ciudad con un pasado tan violento como Medellín, tintada por el rojo que solo da la sangre y con las manchas que solo puede dejar la tragedia, las políticas para mantener estable la seguridad se hicieron fundamentales y mucho más relevantes que en otras ciudades del mundo. Por lo mismo, cuando se ven cambios drásticos de gobiernos, de ideologías o incluso de reelecciones de antiguos políticos surgen las preguntas de qué le deparará a la ciudad en materia de seguridad con tales cambios.

Por lo mismo, la seguridad ha tomado mayor relevancia en años recientes, pues en los últimos 8 años, Medellín vivió un cambio drástico de ideologías entre Federico Gutiérrez y Daniel Quintero, incluso dando lugar a la segunda ocasión en la historia de Medellín en que un alcalde elegido por voto popular se reelegía. Esto lo hizo bajo la idea de “recuperar Medellín”, en especial en sectores como la institucionalidad y la seguridad, que gran parte de la población consideraba en mal estado, y quienes exigían el retorno de las antiguas políticas de Gutiérrez que consideran exitosas y eficaces.

Aún y con una votación del 73% y la evidente percepción ciudadana a su favor, desde los sectores opositores han criticado fuertemente los resultados de Gutiérrez en su primera administración y cuestionan el retorno de esos resultados en su actual gobierno. Pero realmente ¿cuál es el panorama en los últimos años de seguridad en Medellín?

Opinión Pública:

Para comprender el panorama actual es fundamental conocer las cifras de percepción ciudadana, tanto antiguas como actuales, pues en muchas ocasiones reflejan la respuesta social a las medidas de los gobernantes, surgiendo así la pregunta de ¿cuáles fueron esas cifras y que opinan algunas personas de la seguridad en la ciudad? Ingresa al siguiente video para enterarte:

Video realizado con entrevistas a personas que frecuentan el sector centroccidental de la ciudad de Medellín y con datos de la Encuesta de Percepción Ciudadana de Medellín Cómo Vamos 2023.

Comparativa de propuestas de los últimos 3 gobiernos:

Usando como fuente los dos planes de gobierno de Federico Gutiérrez (2016-2019 y 2024-2027) y el programa de gobierno de Daniel Quintero (2020-2023) se tomaron seis puntos claves como representación de las propuestas en los tres gobiernos, en los que, en ocasiones, toman grandes distancias mientras que en otros apenas y se encuentran diferencias entre sus propuestas. 

Reconocer las diferencias en las estrategias que se plantearon o incluso que se plantean en la actualidad para combatir la criminalidad nos permite analizar mejor a que se le ha hecho énfasis en la seguridad de los pasados gobiernos. No obstante, las buenas propuestas no son necesariamente un indicador de buenos resultados, por lo que se hace necesario añadir a la comparación el análisis cuantitativo de los datos en la incidencia delictiva.

Comparación de datos en los últimos gobiernos: 

  • Homicidios: 

En Medellín, la tasa de homicidios por cada 100 mil habitantes es un número que viene decreciendo por lo menos desde el año 2012 según el informe de calidad de vida de Medellín Cómo Vamos, con leves repuntes entre el año 2015 al 2019 durante el gobierno de Gutiérrez que llevaron la cifra de 23,1 a 23,9 homicidios por cada 100 mil habitantes. Sin embargo, incluso con estos repuntes se ha mantenido a la baja llegando a 15,2 en 2022 que representan unos 391 homicidios anuales. 

Estás cifras parecen mantener la tendencia hasta el año 2023 si las comparamos con las cifras entregadas por el Sistema de Información para la Seguridad y la Convivencia (SISC), donde se registraron aproximadamente 378 homicidios anuales. Se puede concluir que Quintero tuvo mayor efectividad para mantener la cifra a la baja a comparación de Gutiérrez. Ahora bien, es indudable reconocer que la pandemia pudo ser un beneficio para las estadísticas del gobierno Quintero, sin descartar por completo el trabajo realizado por la alcaldía.
La tasa de homicidio por territorio que se evidencia en el mapa de calor de homicidios realizado por la SISC con datos del CTI, la SIJIN y el Instituto Nacional de Medicina Legal y Ciencias Forenses, da muestra de mayor presencia de este delito en la zona céntrica y norte de la ciudad (exceptuando el caso de algunos corregimientos) durante el año 2023.

Los homicidios de mujeres también han mantenido una reducción significativa, a pesar de que crecieron en el gobierno de Federico Gutiérrez, terminaron a la baja en el gobierno de Daniel Quintero. Sin embargo, es preocupante que cada vez los feminicidios toman mayor protagonismo porcentual en estas cifras y que las políticas gubernamentales de los últimos 8 años no han tenido estrategias claras y satisfactorias contra este delito.

Para entender las cifras de homicidio a las cuales se enfrenta la ciudad es necesario tener el contexto de en qué situaciones se presentaron los hechos, por ejemplo: la mayoría de homicidios ocurren en contextos asociados a los Grupos Delincuenciales Organizados (GDO) incluso cuando la participación de estos grupos en tales actos ha decaído desde el 2018 como lo deja ver la gráfica de Medellín Cómo Vamos, a esa cifra le siguen los no categorizados, los ocurridos en conflictos de convivencia y los asociados a hurtos que, siendo el cuarto tipo, es el único que ha crecido de forma constante hasta el 2022.

Para el concejal Damián Pérez Arroyave, del partido Creemos, el aumento de los homicidios durante la primer alcaldía de Federico Gutiérrez fue correlativa a las capturas de los cabecillas de diferentes bandas criminales, generando disputas por territorios y poder que, en búsqueda de reemplazar al cabecilla capturado, aumentaban el índice de inseguridad.

  • Hurtos:

El hurto a personas, según el Informe de Calidad de Vida de Medellín, 2016-2019 y el de 2022 ha aumentado considerablemente, en 2016 se encontraba aproximadamente en 13.336 casos, que aumentaron a 27.099 para el 2019 hasta llegar a 28.142 en 2022, aumentando en el gobierno tanto de Quintero como de Gutiérrez, otro tipo de robo que aumentó en ambos gobiernos fue el de carros. Por su parte, el hurto a motocicletas se redujo en el gobierno de Federico Gutiérrez, pero aumentó de nuevo en el gobierno de Daniel Quintero, mientras que el hurto a establecimientos comerciales, robos a residencias y entidades financieras aumentaron en el gobierno de Federico y se redujeron en el de Quintero

Entre algunos de los GDO que delinquen y manejan los dos delitos antes mencionados (hurtos y homicidios) son: La Terraza, Robledo, Caicedo, La Sierra, Los Triana, Pachelly, El Mesa, Los Chata, La Unión, El Trianon, entre otros.

  • Explotación sexual e infantil:

Uno de los temas crecientes no solo en la opinión pública sino además en las cifras que aumentan desfavorablemente año tras año y que se convierte en un problema de seguridad para la ciudad y en especial para las mujeres y niñas quienes son las que más sufren estos casos es el de la violencia sexual y las denuncias por vulneración de derechos a menores de edad: 6.507 denuncias por vulneración o amenaza de derechos a menores de edad; y 2.974 casos sospechosos de violencia sexual. Ambas cifras aumentaron tanto en el gobierno Quintero como en el de Gutiérrez.

  • Actualmente:

Con respecto a estos delitos, el secretario de Seguridad y Convivencia de Medellín, Manuel Villa Mejía, afirmó que, “Solo en el centro de la ciudad, vale resaltar que en lo que va corrido del año (2024) llevamos una reducción del 20% del homicidio, una reducción del hurto a personas del 36%, el atraco con arma de fuego ha reducido un 51%, el hurto de motos ha rebajado un 33%, el hurto a las residencias ha rebajado un 44%, el hurto a establecimientos de comercio ha rebajado un 46%, las lesiones personales han reducido un 10% y la violencia intrafamiliar ha rebajado un 22%”. 

En cuanto a los delitos relacionados con menores de edad y explotación sexual el secretario hizo un llamado de atención a las autoridades, especialmente a las judiciales, para revisar el funcionamiento del sistema que tenemos, pues dice que “no puede ser que haya exceso de garantías previsibles para la fiscalía”. Esto lo dijo en el marco de lo ocurrido con varios ciudadanos extranjeros atrapados en flagrancia con menores de edad que posteriormente han quedado en libertad.

El secretario además reivindicó el actuar del primer gobierno de Federico Gutiérrez en materia de seguridad, comentando que “la criminalidad que estamos combatiendo hoy es distinta a la que se combatió hace 8 años y eso seguramente desde el punto de vista operativo amerita algunos ajustes, eso es precisamente lo que venimos haciendo en articulación con la policía y la fiscalía, pero la voluntad y la decisión de lucha frontal contra el crimen organizado se mantiene”.  Por último, mencionó la importancia de llevar a cabo la judicialización en contra de los criminales de forma efectiva y rápida: “nos tenemos que poner de acuerdo a ver cuáles van a ser las reglas de juego para que realmente las autoridades y quienes estamos tomando las decisiones contemos con las herramientas eficientes y eficaces para poder llevar a este tipo donde tiene que estar, que es literalmente en la cárcel”. 

Esto es respaldado por el Concejal Damián Pérez, quien sostuvo que “si logramos avanzar mucho en materia de seguridad y no se dan las judicializaciones, esto va a ser un juego de policías y ladrones todo el tiempo. Acá necesitamos penas duras, severas y ejemplarizantes, para que definitivamente estos ladrones la piensen dos veces antes de hacerlo”.

Si algo es claro, tanto en las opiniones de los diversos expertos como en el análisis cuantitativo de las cifras de percepción de seguridad y los datos reales recopilados sobre cada delito desde hace por lo meno una década es que, aún con enfoques y propuestas diferentes, las tendencias se sostienen casi sin modificaciones reales y duraderas. Si bien es cierto que muchas de las cifras llevan un descenso constante, no se ha planteado políticas de gobernabilidad proyectadas a largo plazo para combatir las causas de fondo en cada delito, lo que nos deja con una seguridad de la ciudad más volátil ante cambios externos. 

Sin embargo, el cuestionamiento debe ir más allá, pues como expresó Max Yuri Gil, profesor del Instituto de Estudios Políticos de la Universidad de Antioquia, “para la gente es supremamente funcional que haya unos muchachos que les garanticen la seguridad”. Es decir, estos grupos criminales se han adaptado a las vidas cotidianas y barriales, por lo que sacarlas de estos contextos cambia por completo las reglas en las que hemos construido los barrios de Medellín. En consecuencia, se hace imprescindible responder a la pregunta que plantea Gil: ¿A qué estaríamos dispuestos con tal de que las estructuras judiciales desmantelen los negocios ilícitos? 

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