Los medios en tiempos de Petro, este es el diagnóstico de la libertad de prensa en Colombia

Los medios en tiempos de Petro, este es el diagnóstico de la libertad de prensa en Colombia

11 de octubre de 2024

En un país que ha sido históricamente marcado por la violencia, los odios y la intolerancia, parece que las disputas de sus territorios más remotos han trascendido a los micrófonos y pantallas de los estudios y oficinas más reconocidas de sus ciudades principales. Los enfrentamientos entre medios de comunicación e instituciones gubernamentales no son pues un asunto nuevo en nuestro país; sin embargo, los ecos de este declive de la libertad de prensa son cada vez más agudos, especialmente desde la llegada de Gustavo Petro al poder.

Según el informe anual que presenta cada 09 de febrero la Fundación para la Libertad de Prensa, en el año 2023 los funcionarios públicos se convirtieron en los principales agresores de la prensa, ocupando un 27% de un total de 505 víctimas. El informe reveló además que los impactos de la violencia sobre el ejercicio periodístico siguen siendo alarmantes, sobre todo en el cubrimiento de temas de especial importancia como elecciones, seguridad y corrupción.

Gráfico: Fundación para la Libertad de Prensa.

Una vez expuesto este contexto, y en medio de las denuncias y señalamientos, Petro ha utilizado sus redes sociales para responder directamente a periodistas y artículos periodísticos de medios específicos que critican o cuestionan su gobierno. Para sus simpatizantes, esta estrategia es vista como una lucha legítima contra la desinformación. Sin embargo, sus detractores y los mismos medios a los que ha criticado interpretan estas acciones como un ataque contra el periodismo y la libertad de expresión. Entonces, ¿Quién tiene la razón?

La libertad de prensa constitucional

En sí, la libertad de prensa no contiene un artículo en la Constitución Política de Colombia que la respalde, sin embargo esto no significa que no se encuentre protegida por la misma ya que sí existen artículos con relación al derecho fundamental a la comunicación que delimitan los márgenes en los que se mueve este concepto. 

¿Cuál es la posición de la FLIP?

Aún con los artículos constitucionales explicados, en muchos sectores se mantienen dudas respecto a la relación del presidente con la prensa y si sus intervenciones aún pueden considerarse un ejercicio de libertad de expresión y de crítica argumentada al periodismo, o si por el contrario ya pasa las barreras de los derechos a la expresión y podría considerarse una violación a la libertad de prensa.

César Paredes, subdirector programático de la Fundación para la Libertad de Prensa, expresó en el artículo “Una relación tumultuosa” para la revista Páginas, perteneciente a la FLIP que “La relación del presidente Gustavo Petro con la prensa ha estado marcada por la descalificación y la desconfianza en los medios de comunicación y en periodistas que considera incómodos”. Para él, la creación de nuevos canales de comunicación alternativos y comunitarios, la contratación de influencers como creadores de contenido digital a favor del gobierno, así como el fortalecimiento de otros medios ya existentes como el Sistema de Medios Públicos RTVC, hace parte de una estrategia del actual gobierno para generar independencia de los medios tradicionales.

Esta estrategia ha potenciado nuevas formas de ejercer la comunicación política, sin embargo, también ha generado una distancia con aquellos periodistas que tienden a cubrir las notas directamente desde la Casa de Nariño. Esto, junto con los constantes y drásticos cambios vistos en la Secretaría de Comunicaciones en la que ya llevan 5 nombramientos de diferentes secretarios, ha marcado una evidente inestabilidad en el trato desde el Gobierno con los medios de comunicación, algo que, como menciona Paredes: “No solo afecta la coherencia de la comunicación gubernamental sino que también pone en duda la capacidad del Gobierno para establecer una relación de confianza y colaboración con los medios de comunicación”.

Por su parte, el sistema de medios gubernamental RTVC ha tenido graves críticas por los constantes cambios en su programación y su línea editorial, lo que ha significado hechos de censura y autocensura dentro del propio medio para evitar los temas que el Gobierno Nacional no considera convenientes. Para Silvia Higuera Flórez, consultora y periodista del Knight Center, a través del artículo “Las cifras del gobierno del Cambio” en la revista Páginas esto “Se trata de la consolidación de un modelo que, en defensa de la necesidad informativa con el cual se defiende, podría ser utilizado por cualquier gobierno para sus propios fines”.

Además, los comentarios sin filtro que ha lanzado el presidente en diferentes alocuciones ha despertado la voz más crítica de la FLIP, como ocurrió el 30 de agosto tras la ceremonia de posesión de la primera mujer Defensora del Pueblo, Iris Marín Ortiz, en Nuquí, Chocó; donde Petro aprovechó su discurso para dirigirse a algunas mujeres periodistas y llamarlas “Muñecas de la mafia”. A esto, la FLIP se pronunció destacando que esas “Son conductas que generalizan, estigmatizan y perpetúan los estereotipos de violencia contra las mujeres periodistas”. Además, le pidieron al presidente abstenerse de seguir haciendo afirmaciones similares dado el aumento de las estigmatizaciones y agresiones por parte de funcionarios públicos, un tema sobre el cual firmó una directiva para orientar la interacción entre los funcionarios y los periodistas.

Entre derechos y responsabilidades

Con todo lo que se ha mencionado, se puede resumir que la libertad de prensa en Colombia es el derecho fundamental de periodistas y medios de comunicación a informar y expresar opiniones sin censura ni interferencias externas. No solo protege el ejercicio periodístico, sino que garantiza el acceso de la sociedad a información veraz y plural, fomentando el debate público y la rendición de cuentas de las autoridades. Este derecho implica tanto la difusión de opiniones como el libre acceso a documentos públicos, respetando a su vez la honra y la privacidad de los individuos. Su propósito es fortalecer la democracia y la transparencia.

 

¿Será legítimo entonces que dentro de esta los periodistas se den la libertad de catalogar a un jefe de estado como “Hampón”? ¿Será legítimo que un jefe de estado catalogue a las mujeres periodistas como “Muñecas de la mafia”? Lo podremos analizar teniendo en cuenta sus límites:

La situación actual de la libertad de prensa en Colombia plantea interrogantes sobre el equilibrio entre la crítica al poder y el respeto a los derechos fundamentales. A medida que se desarrollan nuevas estrategias de comunicación, es esencial profundizar en cómo diferentes medios abordan este fenómeno y en las opiniones de periodistas sobre el tratamiento de la información. Además, es crucial examinar el impacto que estos enfoques tienen en la percepción pública y la confianza en los medios. 

Deja un comentario