Por: Camila Saldarriaga Restrepo
Avatar 2: El Sentido del agua es la secuela de una de las películas más taquilleras en todos los tiempos; Avatar. Después de 13 años de su lanzamiento el productor James Cameron sorprende a su audiencia con una película de 3 horas y 10 minutos de acción, amor, familia y ficción con diversos efectos visuales.
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Su éxito fue equivalente a la herencia que la primera parte había dejado, las expectativas de esta producción se hacían más grandes gracias a los avances tecnológicos y del medio, su éxito no se hizo esperar convirtiéndola hasta ahora en la tercera película más taquillera de la historia. Una producción llena de magia, colores, emociones, con actuaciones magistrales y el esfuerzo visible de cada uno de los integrantes del equipo.
Pero no solo nos atrapa sus efectos especiales, sino también su historia, que en mi opinión es una denuncia en contra de la destrucción del planeta Tierra y las consecuencias venideras. La secuela deja en evidencia que la lección no fue aprendida y esto genera la destrucción de Pandora por parte de los humanos, quienes necesitan un nuevo lugar para vivir, en este caso pues, los Na´vis nos dan una gran lección de pertenencia hacía su cultura, la protección de los recursos naturales, su fauna, la preservación de la materia prima, sus territorios y por supuesto su especie.
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Pero no es correcto dejar atrás la acusación que hace Cameron a la manera humana para afrontar los problemas desde la guerra, ni tampoco la discriminación en contra de pueblos que hacen parte de la minoría, todas unas escenas llenas de “significado social” así como las denomina Sebastián Giraldo Colorado, psicólogo de profesión, quien además, comenta que esta película hace alusión a la ceguera voluntaria que tenemos como sociedad destructiva y robotizada, un referente bastante evidente en los uniformes de quienes atacan el planeta, y quien concluye con que “No es necesaria la inteligencia sino la conciencia.”
Pero no solo es un llamado social, sino que también es una película llena de simbología; su cabello como conexión por medio del cordón umbilical, palabras llenas de significado, la unión de la familia, la adopción, la humanidad que se profesa al final de la película por parte del antagonista el Coronel Miles Quaritch, la unión de diferentes tribus, adaptación del ser humano a los cambios estructurales, el sufrimiento de la pérdida, entre otros, agrega Giraldo.
Sin duda una producción pensada desde el más mínimo detalle para convertirse en una de las películas nominadas a los Óscar que se realizará este 12 de marzo de 2023.
La pregunta final es ¿cuándo llegará y cómo será Avatar 3?