La violencia en Colombia desde el arte de Botero
28, septiembre 2023
El arte no se debe considerar como un arma de combate, sino una manifestación y una inspiración para no repetir la historia. Fernando Botero a través de sus grandes obras de arte ha dejado una gran huella en la cultura antioqueña y colombiana, por medio de los trazos plasmados que reflejan múltiples situaciones de su país. La paz y la violencia son dos realidades nacionales que Botero retrató a lo largo de su vida artística. Su amor por la pintura nació mucho tiempo antes, cuando apenas tenía 14 años de edad, al acudir a una corrida de toros en compañía de un tío. Quedó tan impresionado que se la pasaba dibujando corridas de toros, tratando de “descubrir con el dibujo la belleza escondida en la violencia”.
“He pintado Colombia toda mi vida. Tanto la amable que conocí de niño como esta que veo ahora a través de la prensa. Eso me ha producido una necesidad de pintar varios cuadros que son parte de esa realidad. Es algo que me dejó horrorizado. No es un comentario político. Es lo que existe en un país más allá de la política”, y agregó: “Guardadas dimensiones, es como cuando Goya pintó las masacres del 10 de mayo, diez años después. Los artistas lo registran más allá del tiempo”.
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Botero, a través de imágenes y símbolos en óleo, carboncillo y lápiz expresó su dolor de patria, pintando la otra cara de Colombia el conflicto, la violencia, la muerte, las masacres por medio de sus 50 obras, aproximadamente, entre ellas: Vive la Muerte, Una Víctima, Muerte en la Catedral, Río Cauca, Quiebrapatas, Un Secuestro, Masacre de Mejor Esquina, Carrobomba, Esmeralderos, Guerrilleros, Tirofijo y Pablo Escobar, pese a que para Fernando Botero era un placer pintar, tuvo sentimientos encontrados, pues él experimentó sensación de drama y de dolor en este grupo de obras.
Encuentre aquí un Museo Virtual, para observar algunas obras de Botero que representan la violencia en Colombia.
Una de sus pinturas con mayor impacto moral, fue realizada en el año 1999, la cual cuyo objetivo era representar la muerte de un personaje históricamente influyente en la violencia de Colombia, Pablo Escobar. Tal obra se representa como un hombre de más de 100 kilos abatido en un techo justo en el momento que una ráfaga de plomo lo atraviesa y termina con él. Pese al fanatismo generado por Fernando Botero por parte de Pablo Escobar, el sentimiento nunca fue recíproco, Fernando consideraba a Pablo Escobar como un repugnante criminal artífice de la ola de violencia más grande de Colombia.
Otro hecho que marca la historia en este sentido de la paz y la violencia ocurrió cuando dinamitaron la paloma de la paz de Botero en Medellín, el 10 de junio de 1995, pese a ello, él decidió no retirar los restos de la escultura nombrada como “El pájaro herido”, para guardar en la memoria del país los daños de la delincuencia. Y generar por medio de esta escultura un símbolo patrio que diera constancia del resurgir de una ciudad pujante y “Echada para adelante” sin dejar de lado los acontecimientos que hacen forjar este carácter y posición aún más. Posteriormente, el maestro Botero donó a la ciudad una escultura similar conocida como “El pájaro de la paz”; ambas figuras reposan juntas en el parque de San Antonio como muestra y contraste con el periodo de violencia en el país.
Fernando Botero ha representado la violencia en Colombia a través de sus obras de manera coherente y reflexiva al desafiar las percepciones convencionales y llevar a los espectadores a una observación más profunda sobre la naturaleza de la violencia y su impacto en la sociedad colombiana.
¿Qué opina la gente sobre la obra “El Pájaro Herido”?
Una de sus exposiciones más significativas es la denominada “Dolor por Colombia” la cual proyecta la violencia como una problemática marcada en la historia del país, la exposición cuenta con 67 obras en donde se busca retratar acontecimientos significativos dentro del marco de la violencia colombiana,
Algunas de sus obras son:
El Cazador
El Desfile
Así como el Cazador, la exposición plasma una infinidad de acontecimientos en los cuales todos comparten características similares como lo son la forma de los cuerpos, la sangre, los cadáveres y la violencia en general, incluso en muy pocas piezas no aparece la sangre que derrama la violencia pero la muerte es omnipresente, como ocurre en “El desfile”.
Es cierto que sus obras despiertan múltiples emociones, se destaca el encuentro con empatía y la reflexión en el espectador. Quizás de esta manera, Botero nos recuerda la importancia de confrontar la violencia, buscando un camino hacia la paz y la reconciliación en un mundo marcado por el conflicto.
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