Una crónica de duendes, brujería y psicoanálisis

Una crónica de duendes, brujería y psicoanálisis

31 de octubre 2023

"Los 3 años más difíciles de mi vida, los viví cuando un duende se enamoró de mi”, estas fueron las palabras de Mónica Villegas, una mujer que sufrió durante un largo tiempo, el terror de la brujería".

Todo empezó una noche, hace más de 20 años, cuando Mónica como de rutina, se fue a dormir para el día siguiente ir a trabajar, sobre la medianoche dice que con la cobija la empezaron a ahorcar y llegó a un punto donde se asfixió e inmediatamente despertó; cuando abrió sus ojos estaba sentada en el borde de su cama, con la cobija en el cuello.


“Al día siguiente y los posteriores las experiencias fueron diferentes, cuando estaba conciliando el sueño sentía que un cuerpo pequeño se tiraba sobre mi pecho dejándome inmóvil y sin forma de pedir ayuda”, expresó Mónica.



Mónica es una mujer que en el tiempo de los sucesos tenía 26 años, estudiaba administración de sistemas y trabajaba en el SENA (Centro de Comercio), vivía con su mamá, entrenaba voleibol todos los días y sostenía una relación amorosa con el ahora padre de su hija.


Su historia ocurrió en un lapso de 3 años (lo que llama los años de mayor tensión), después de estos 3 años el ente siguió acechando a la mujer de forma más esporádica por casi 20 años. Lo que antes eran 2 veces por noche, pasaron a ser 2 visitas del duende por mes o incluso 1 cada 3 meses. 


Los sucesos en el tiempo


“No me enloquecí de puro milagro, experimentaba un gran susto por dormir, me aterrorizaba, además sentía mucho escalofrío, mi piel se erizaba, sentía asfixia, inmovilidad en el cuerpo, impotencia porque no podía pedir ayuda, me despertaba con moretones por todo el cuerpo y mi salud empezó a desmejorar debido a la falta de descanso”, comentó la mujer.


La cura o el tratamiento para la brujería que estaban haciéndole se lo dio su jefa, Vicky cuando empezó a ver cómo Mónica bajaba de peso al igual que de energías. Veía cómo se dormía en su escritorio y todo el tiempo estaba asustada. Estos síntomas llevaron a Vicky a preguntarle qué le estaba pasando. Después de pensarlo mucho decidió contarle y para su sorpresa, su jefa le dijo que otra compañera de la misma oficina, llamada Patricia, padecía lo mismo. Inmediatamente fue a pedirle ayuda a ella, debido a que habían pasados meses con este problema y no dudó en contactarla con un psicoanalista que le ayudó y según Mónica “me cambió la vida y me devolvió la tranquilidad”.


José Elías atendió a Mónica en su propia casa y en la consulta le dijo que era una criatura de la magia negra quien estaba tras todo este caos. El tratamiento empezó con unos baños con hierbas muy poco conocidas, las cuales eran introducidas en un balde muy grande con agua y otros líquidos para que la misma mujer con unas ramas se pusiera por todo su cuerpo. 


La víctima después de esa sesión sintió un poco de tranquilidad por una semana. A los 7 días, José Elías fue a la casa de Mónica a orar, a llevarle una Estrella de David y a poner cuatro ajos amarrados con cabuya, los cuales puso en la puerta de la habitación y en las esquinas de su cama. 


Así como esta segunda sesión, Mónica siguió visitando al psicoanalista una vez por semana durante unos 6 meses, realizó baños con hierbas, rezos, sesiones de terapia, meditación y hasta amuletos extraños fueron la forma de sobrellevar y ahuyentar el duende.


“Durante los 6 meses el duende seguía haciendo apariciones nocturnas pero con menos frecuencia, luego de este tiempo era menos frecuente; el duende siguió molestándome durante muchos años, unos 20 años pero con poca frecuencia (una vez cada 6 meses o 4 veces por año), hasta hace aproximadamente 9 años; lo que antes fue un problema que no me dejaba vivir en paz, hoy es solo un recuerdo”.


Testimonios de familiares

“El duende molestó a Mónica durante muchos meses, cuando le veía los morados por todo el cuerpo sobre todo en el pecho me daba mucho pánico. Un día ella se fue de viaje y cuando me desperté en la madrugada lo vi ahí sentado en la cama de ella, era un señor muy chiquito lleno de pelos, con piernas flacas y largas, cuando le dije que se fuera salió brincando, fue la única vez que lo vi. Yo le pedía mucho a las vecinas que rezaran para que ese señor dejara de molestarla”, dijo María Isabel Londoño, mamá de la víctima.


“José Elías me pidió el favor de que fuera a dormir con Mónica durante unos días para ver si así no venía esa presencia, pero ni eso bastó, no fue suficiente mi acompañamiento”, expresó Gustavo Valencia, ex pareja de Mónica.


José Elías le dijo a Mónica que llegó a un punto con su terapia que ya sabía quien era la persona que a través del cuerpo astral (duende) estaba molestando, pero ella y su familia prefirieron no saber porque a Patricia (su compañera de trabajo), la estaba molestando un carretillero, su única petición fue que le ayuda a terminar con ese horrible episodio de su vida.


Después de este catastrófico episodio en su vida, Mónica se convirtió en una persona más espiritual, no religiosa pero sí se convirtió en alguien de mucha fe y muy creyente, además de convertirse en una persona muy agradecida con la vida y muy solidaria; sentir la ayuda y el acompañamiento de las personas que la rodeaban le despertó un lado muy fraternal de ella misma que no conocía.


“La verdad no sé porqué razón este duende no me volvió a molestar, no se si se murió la persona que tomaba la forma de criatura, no se si perdió mi rastro o se cansó de hacer estas fechorías de magia negra o si en realidad lo que José Elías hizo fue una contra tan fuerte como para que esto acabara. Cualquiera que haya sido la causa, me siento tranquila de que ya solo sea historia, no le deseo esto ni a mi peor enemigo”, dijo Mónica para finalizar la entrevista.


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Los mitos y leyendas como propiedad

María del Carmen antropóloga, especialista en mitos y el folclor colombiano, explica cómo los mitos y las leyendas hacen parte de la propiedad intelectual de una sociedad, y cuál es su importancia en la sociedad colombiana. 


Los mitos y leyendas son propiedad intelectual de una sociedad en función de lo que implica y lo que sostiene a las comunidades, Todo debido a que forman parte de digamos la columna vertebral que sostiene parte de la identidad de esa comunidad, formando parte de tradición oral de las comunidades”, dijo María del Carmen, antropóloga. 


Comenta cómo los mitos en este caso los duendes influyen en la cultura colombiana, “ la figura del duende es patriarcal como significado de dominio, sí, y que está digamos, sostenida, precisamente dentro de esa cultura machista y que de alguna manera casi siempre va a afectar eso a las mujeres”, sin embargo, ella enfatiza como el folclor colombiano a través de los duendes crea una identidad de manipulación y poder ejercido, por la parte del machismo. 


Evolución de los mitos y las leyendas en Colombia

Carmen informa cómo ha sido la evolución de las creencias e historias sobre los duendes a los largo del tiempo en Colombia: “ Los Duendes han estado presentes, sin embargo, digamos hoy por hoy en las en las grandes urbes y en las grandes ciudades pues esto no se ha ido relegando como parte de un proceso de tradición, se dan más en los territorios rurales y comunidades más pequeñas”. 


Ella explica la gran influencia que tiene el desplazamiento interno en colombia para la creación de los mitos y las leyendas.


“Colombia es uno de los países con mayor desplazamiento interno, lo cual ha hecho un gran daño a la sociedad haciendo una ruptura del tejido social y eso trae consigo, pues sus creencias y sus historias que ha sostenido las comunidades dando sustento en los procesos de organización social a través de mitos y leyendas”. 


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