La Familia López: Ecos de liderazgo y legado

La Familia López: Ecos de liderazgo y legado

La familia López ha sido un ejemplo de superación con su “gran esfuerzo”. Pasaron de coser telas finas a la alta alcurnia de SantaFé de Bogotá, a sacar los moldes y tejer los destinos de este país. Por ello, esta familia se conoce por su legado que aún hoy en día se alza como un edificio que se niega a ser olvidado por sus súbditos. Su patriarca, Pedro A. López, hijo y nieto de aquellos sastres, se dio a la tarea de forjar un emporio que dejaría boquiabierto a cualquiera, y aquel edificio que construyó en la Avenida Jiménez de Bogotá se mantiene como testigo silencioso de su grandeza. Sin embargo, la historia de su traspaso al gobierno central, cuando la empresa López quebró porque los altos mandos perdieron el buen gusto, aún genera suspicacias en sus historiadores. Como lo afirma Alberto Donadío:

“En el caso de la familia López, Pedro A. López, que era un banquero, se quiebra hace 100 años, en 1923, y esa quiebra fue traumática para la economía colombiana porque no había un banco central emisor sino que los bancos privados emitían billetes y al quebrarse un banco privado pues eso afectaba la moneda. Por eso fue que se creó, a raíz de esa quiebra del banco López hace 100 años, el banco de la república para que hubiera un banco de la nación que fuera el que emitiera dinero y después de esa quiebra de Pedro A. López ellos entraron entonces a la política. Entonces su hijo Alfonso López Pumarejo fue presidente en el 34 y después repitió, y luego 40 años después su hijo López Michelsen fue presidente y su nieto Felipe López Caballero no fue presidente, pero a través de la revista Semana ejerció hasta hace 3 o 4 años, entonces si hay un carácter como hereditario y excluyente en la historia de Colombia. Yo no sé exactamente a qué se debe pero si hay muchos casos.”

Pero, como nos cuenta Donadío, resultó que los sastres no se conforman solo con dar puntadas y medir costuras, pues más tarde, miembros de la familia dieron un paso más allá y se adentraron en el mundo de la política. Allí nace la familia real López, con su primer monarca Alfonso López Pumarejo, y no se conformó con un (1) sólo período de gobierno, llegó a ser dos veces monarca de este ‘platanal’ (1934-1938 y 1942-1945). Este soberano propuso reformas como la constitucional, la reforma educativa, la reforma laboral y trabajó para fortalecer las relaciones exteriores. En 1944 sufrió un golpe fallido de Estado, conocido como el golpe de Pasto.

Shameel Thahir, aunque es un hombre de pocas palabras, también hizo un aporte para esta dinastía de telas y botones; él afirma que: “Los López tienen que ver sobre todo con esos primeros grandes capitalistas relacionados con la bonanza cafetera, estudiados en EEUU y con ideas nuevas diferentes a las del siglo 19.”

Pero la saga de los López no muere ahí, imaginen un político que da inicio a su carrera en la misma edad en que otros planean jubilarse. Ah, pero este no es un político común como cualquier otro de aquella época, pues hablamos de Alfonso López Michelsen, más conocido por sus allegados como el ‘Pollo’ López, un hombre que  vio en la política un plato que no se podía enfriar. La historia cuenta que el ‘Pollo’ López se lanzó al ruedo político después de superar el famoso escándalo del ‘caso Handel’, caso que involucró a su padre Alfonso López Pumarejo en turbias acusaciones de corrupción. Un excelente momento para lanzarse al centro del escenario, ¿cierto? Pero lo que nos importa, allí yace un claro ejemplo de que el apellido puede sumar puntos para ser el próximo monarca de Colombia.

Hoy en día el linaje López sigue resonando en el panorama político del país, como lo es el caso de Clara López. De sastres a políticos, los López han forjado el alma de la nación colombiana en múltiples sentidos. ¡Una historia de tela, tijera, política y poder que solo Colombia podría contar!

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