"En agosto nos vemos" y un llamado a poner la lupa en la piratería editorial
Marzo 15 de 2024
“Eso es sino que lo anuncien para ya nosotros tenerlo” dijo don Joel, vendedor de libros en las calles del centro de Medellín.
Este 06 de marzo de 2024 fue un día histórico para el mundo literario, pues se llevó a cabo el lanzamiento de la última obra del amado periodista y escritor Gabriel García Márquez. Toda la audiencia estaba preparada para conmemorar la última joya de la colección del aclamado autor como se lo merecía.
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Se realizaron una serie de eventos alrededor del mundo y un lanzamiento simultáneo, iniciando con la iluminación de uno de los escenarios más emblemáticos de Colombia: más de 40 mil luces se apoderaron de la Torre Colpatria mientras formaban el nombre de tan aclamada obra: “En agosto nos vemos”, rindiendo homenaje a Gabo.
A tan solo una semana después del lanzamiento del último libro de García Márquez, la librería nacional registró ventas de más de 3000 ejemplares; así lo dijo Felipe Ossa, quien por décadas ha estado al frente de esta distinguida librería.
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Ossa explica en un artículo de El Tiempo, el porqué del auge de este libro: “Es la última obra que escribió García Márquez, un escritor con una enorme cantidad de seguidores. Hay muchos coleccionistas de su talento que van a querer tener lo último de su autoría. Hay un fetichismo coleccionista muy grande, gente que atesora todas sus obras. Por otra parte, se trata de un libro muy bien escrito. Allí está el estilo de García Márquez, su extraordinaria manera de narrar y me parece, a mí, que ya lo leí, un maravilloso colofón para cerrar su carrera literaria”.
Así pues, a pesar del gran lanzamiento y la acogida que este tuvo no solo en Colombia sino alrededor del mundo, este ejemplar no fue la excepción para las prácticas conocidas como piratería editorial.
Así lo afirma don Diego, librero del mercado de piratería editorial en las calles de Medellín: “Lo estamos vendiendo hasta al por mayor, mucha gente se lleva de a 6 o 7, los venden de una y vuelven por más, además nosotros aquí lo vendemos a 15.000 mil pesos, vaya usted y cómprelo original, está valiendo casi 70.000”.
Al realizar un breve sondeo en las calles de la ciudad, nos encontramos con que la gran mayoría de los libreros tenían disponibles los ejemplares “pirateados” de la obra, y si no, ellos mismos se ofrecían a conseguirlo; pues su decir es que se está vendiendo como “perro caliente”, y son muy pocos los que compran libros originales hoy en día. “Con lo que vale uno original, viene y se compra unos cuatro de aquí y es lo mismo, va a leer la misma carajada” expresó don Joel, uno de los vendedores.
“La única diferencia es que vale más y es como más lindo, la pasta es dura, pero sale siendo lo mismo” siguió diciendo don Joel.
Otro aspecto a resaltar es que esto no solo se está dando en el mercado de libros físicos, pues ya se está dando también el mercado de piratería digital, a través de grupos de Whatsapp o Telegram, donde diversas comunidades difunden abiertamente copias pirateadas de los ejemplares; esto, a tan solo una semana de su lanzamiento.
¿Hasta cuándo se seguirá desvalorizando el trabajo que conlleva el lanzamiento de libros en nuestro país? Quizás sea el momento de llamar la atención sobre este tipo de prácticas e iniciar un diálogo serio frente a la falta de regulación sobre la piratería editoral.
