Café a fondo
01 de octubre de 2024
“Si mi día empieza con una taza de café, todo estará bien”,“Con este frío, está apenas para un cafecito”,“Me lo sirve bien caliente por favor”, “El mío que sea oscuro”; son las expresiones más comunes entre nosotros a la hora de pensar o consumir café, las mismas que escuchamos al momento de dialogar con amantes del café, recopilando un conjunto de experiencias y alfabetización cafetera para crear una taza de café ideal.
¿Te suenan las palabras traviesa o mitaca? ¿Qué nos dirías si te contamos que son dos años lo que se demora una planta de café para dar su primera taza?, teniendo en cuenta que la cosecha principal es el 70 % de la producción, la traviesa y la mitaca son la cosecha secundaria, a esto se refieren ambos términos que pocos conocen y solo los caficultores entienden, que son necesarios tener presente para reconocer una buena cosecha.
Por cultura o por tradición nos han acostumbrado a consumir café de segunda calidad (pasilla) el subproducto, siendo las colas de exportación y lo poco que resta siendo la materia sobrante, eso es lo que ingerimos los colombianos. Solo el 25% de la población consume café especial.
Te puede interesar: Los 3 mejores lugares de Colombia para degustar café, según TasteAtlas
Queremos que aprendas a diferenciar las categorías de café, créeme, nos lo vas a agradecer. Este es el top: línea comercial, café excelso, el café especial y, por último, el café ultra procesado.
Parece verdad, pero es un mito y lo vamos a desmentir, hay una creencia muy fuerte a las notas y sabores del café, creemos que cuando los árboles son frutales, aromáticos o especiados habrán unas notas particulares; pero el perfil del café está definido por la variedad, la fertilización, el procesamiento y el tipo de proceso que se tiene a la hora de su cultivo.
Entonces, ¿estamos destinados a tomar mal café? A pesar de estar permeados por el marketing de los cafés comerciales debemos asumir la responsabilidad por lo que consumimos, que cada taza de café valga lo que tenga que valer.
Para muchos, el café es mucho más que una bebida; es un ritual que marca el inicio del día. Esa primera taza por la mañana tiene el poder de transformar el ánimo, brindando energía y alegría en un momento sagrado. Además, el aroma del café recién hecho despierta recuerdos y emociones, llenando el aire con una calidez que puede hacer brillar incluso el día más gris.
El café también actúa como una excusa perfecta para conectar con amigos, ya sea en una acogedora cafetería o en casa, donde cada sorbo se convierte en una oportunidad para crear momentos especiales. En días de trabajo intenso, una buena taza se convierte en un aliado que ayuda a mantener la productividad y la concentración. Y para algunos, el proceso de preparar el café se transforma en un momento de meditación, permitiendo calmar la mente y centrar el espíritu antes de enfrentar lo que venga.