Rodando entre baches: el desafío del patinaje en la movilidad de Medellín
31 de octubre de 2024
En Medellín la movilidad sostenible ha sido una prioridad en la agenda urbana durante años. Sin embargo, incluso en una ciudad reconocida por su innovación en transporte público, como el sistema Metro y Metrocable, los ciclistas, patinadores, entre otros, enfrentan desafíos significativos al transitar por las ciclorrutas, debido al deterioro de la infraestructura, minimizando así su efectividad y causando graves inconformidades a quienes recurren frecuentemente y se movilizan por la ciudad.
Estas vías, concebidas como una alternativa segura y ecológica para desplazarse por la ciudad, se han convertido en un campo minado de baches y obstáculos, poniendo en riesgo la seguridad y el bienestar de quienes las utilizan.
La promesa incumplida: ciclorrutas en estado crítico
Según los reportes de la alcaldía de Medellín, “37.8 kilómetros de ciclorruta recibieron mantenimiento en 2021“. Sin embargo, desde entonces, han habido más inconvenientes y falta de compromiso. El colombiano afirmó que “Medellín se quedó atrás en sus metas de ciclorrutas“, lo que hace un llamado a la nueva alcaldía para que haga honor al nombre de “ecociudad”, famosa por su “movilidad sostenible”. Es crucial evitar más accidentes, promover la vida saludable y disminuir la huella de carbono.
No es sorpresa ni novedad el hecho de que no se haya cumplido la promesa de la administración 2020 – 2023, donde se manifiesta el uso efectivo de estas ciclorrutas y donde las personas, estudiantes, deportistas, iban a beneficiarse de esta. Según la página web del Área Metropolitana, “La movilidad sostenible se representa con la pirámide invertida que establece la prioridad en inversión y equidad en los medios de transporte que usamos a diario”. Sin embargo, parece que se han quedado atrás en las dinámicas de la metrópolis porque los ciudadanos no solo se movilizan sobre dos ruedas.
La comunidad olvidada: patinadores en Medellín
Existe una comunidad de patinadores que quedaron en el olvido, donde estos patinadores afectados por los daños y los deterioros en las rutas fueron minimizando cada vez más, una comunidad que en sus inicios se tomó Medellín, con grandes números, principalmente desde abril del 2023, como afirmó Jorge Rudas, líder del colectivo Rollerblading Colombia: “la última vez que nos reunimos para rodar éramos más de mil personas sobre patines”, este grupo de patinadores salen sobre sus patines en línea para tomarse las calles de la ciudad de Medellín. Lo anterior lo reafirmó Edison, el líder de otro colectivo de patinaje conocido como Roller Soul.
Sin embargo, desde mucho antes, la comunidad sobre ruedas ya hacía presencia en la ciudad. Gracias al interés en la vida saludable, las personas buscaron otras alternativas aparte del gimnasio para ejercitarse, antes solo se realizaba en las pistas, pero la verdad, es que el patinaje ha salido de estas, pues los ciudadanos descubrieron que patinar se puede transformar en un medio de transporte para aquellos que no deseen “chuparse los trancones” que se generan en la ciudad.
Intolerancia en las vías: un obstáculo para la movilidad sostenible
Lamentablemente, no existe aún una cultura de respeto hacia los patinadores. “A veces nos gritan, ‘¿se le perdió la pista?’ y proceden a acelerar, en lugar de tener cuidado, porque saben que tenemos las de perder. Los ciclistas pueden soltar su bicicleta y esquivar el golpe, pero nosotros, los patinadores, sólo tenemos la habilidad de, con algo de técnica, salvarnos de las personas poco tolerantes que deciden no compartir la vía”.
A veces las motos deciden avanzar por la cicloruta como alternativa para librarse del tráfico de la ciudad, principalmente en las que no se encuentran separadas de la vía de los carros más que con una línea blanca que parece ser invisible.
Riesgos en ruta: la voz de los patinadores
Este tipo de actos de intolerancia obligan a los patinadores a optar por otras vías de transporte, como las calles en general. Sin embargo, en este escenario es aún peor, porque los carros y las motos no dudan en proferir gritos, invitando de forma para nada respetuosa a los patinadores a que usen las ciclorrutas. Esto, según los tres líderes de colectivos de patinadores que brindaron entrevistas para este reportaje.
Uno de los líderes es Daniel, patinador de la ciudad de Medellín desde hace aproximadamente 7 años, y líder de Ingravity Roller, que realiza rutas y convoca a rodar por la ciudad de Medellín desde hace 5 años. “Las ciclorutas están diseñadas para las bicicletas, no están pensadas ni diseñadas en ningún momento para los patinadores o para cualquier otro medio de transporte alternativo, como el monopatín, la patineta o los patines”, explica Daniel. “La cicloruta es muy angosta, limita mucho el desplazamiento, además está llena de reductores. Esto para el patín es mortal, porque las ruedas, que son de 80 o 90 milímetros, se atascan y provocan accidentes”.
Las ciclorrutas se encuentran en mal estado, están levantados los adoquines, se encuentra muy deteriorada, tanto para la bicicletas como para los patinadores es un gran problema.
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El uso de transporte alternativo reduce la huella de carbono. No obstante, se debe perder el miedo a salir a la calle sobre ruedas y esto no se logrará si los accidentes e intolerancias se siguen dando.
Ciclistas afectados también por el deterioro vial
Los ciclistas también sienten un abandono por parte de la Secretaría de Movilidad, pues aunque ofrecen el servicio de Encicla, con el estado de las ciclorrutas simplemente se genera un miedo inminente a usarlas, por lo que esto es un llamado no solo por parte de los patinadores, sino también, de los mismos ciclistas, para quienes fueron construidas.
Llamado a la acción: una movilidad inclusiva y segura
Ante esta problemática, es urgente que las autoridades locales tomen medidas para mejorar el estado de las ciclorrutas en Medellín. Esto incluye programas de mantenimiento regulares para reparar baches y grietas, así como la implementación de medidas de seguridad adicionales, como iluminación adecuada y señalización clara, además de realizar las investigaciones necesarias para saber qué transportes usan los ciudadanos, pues no son solo bicicletas, no son solo carros, hay una completa diversidad de medios de transporte, porque si la ciudad se hace llamar “ecociudad” se requiere que le haga honor a su nombre.
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