Violencia de género en Colombia: una herida que no cicatriza
Por: Valentina Gómez, Ana Sofía Contreras
La violencia de género es un problema de salud pública en Colombia, que afecta principalmente a las mujeres de poblaciones vulnerables, comprometiendo su bienestar y el ejercicio de sus derechos.
El Instituto Nacional de Salud (INS) y su Observatorio Nacional de Salud (ONS) hacen un llamado a las autoridades, medios y ciudadanos para comunicar estos hechos con ética y respeto, promoviendo la conciencia y la protección de la dignidad de las víctimas y sus familias.
En el transcurso del año 2025 se han presentado diversos casos de violencia de género, los cuales evidencian cómo esta problemática se sigue viviendo en muchos hogares colombianos, y aunque se puede evidenciar que hay un gran número de víctimas que se atreven a denunciar a sus agresores, también es importante reconocer que actualmente se hallan miles de víctimas que por temor no se atreven a alzar su voz.
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Daniela Andrea Bedoya, administradora en gestión humana nos habló: “La violencia de género desde la psicología es minimizar a la persona del género opuesto y afectar su psique para tener mucho más control de la otra persona y hacerla sentir que no vale nada para así tener todo el control sobre ella”. Entrevista para Sextante Digital.
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“Espejuelos”: el performance que refleja las violencias ocultas en nombre del amor
La obra universitaria aborda las distintas formas de maltrato que viven muchas mujeres y cuestiona el ideal del amor romántico que perpetúa la dependencia y el silencio
Un reflejo de la violencia cotidiana
En la agenda de las Jornadas, se presentó “Espejuelos”, un performance que invita a reflexionar sobre las violencias invisibles que se esconden dentro de muchas relaciones afectivas.
La puesta en escena narra la historia de María, una mujer que permaneció casada durante veinte años con un hombre que la violentó en todos los sentidos: física, psicológica, sexual y económicamente.
A lo largo de la obra se muestra cómo su pareja la manipulaba, la insultaba y la hacía sentir inferior. Incluso la obligó a abortar y la llevó a perder la esperanza de una vida libre. Cansada del abuso, María decide acabar con su vida y con la de su agresor, como símbolo de liberación ante el ciclo de violencia que la consumía.
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“Lo que se mostró en escena es apenas una pequeña parte de lo que viven muchas mujeres en silencio”, expresó una de las participantes del proyecto.
Más allá del amor romántico
El performance también denuncia cómo el amor romántico puede convertirse en una herramienta de control. En nombre del amor, muchas mujeres son obligadas a soportar maltratos, a permanecer en relaciones destructivas o a renunciar a su autonomía.
Los organizadores del evento explicaron que esta obra busca generar conciencia sobre los límites y la importancia de reconocer las microviolencias, esos pequeños gestos y actitudes que también dañan, aunque muchas veces pasen desapercibidos.
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Espejuelos: mirarse hacia adentro
El nombre de la obra, “Espejuelos”, simboliza la necesidad de mirar más allá de lo superficial, de ver el reflejo real de lo que ocurre dentro de muchas relaciones. Durante el conversatorio posterior al performance, se discutió la necesidad de romper con los patrones de dependencia, el silencio y la justificación del maltrato.
“El arte permite poner en escena realidades que muchas veces se callan. Hablar de violencia también es una forma de sanar”, se destacó durante el diálogo.
