Niños que devoran libros en un país que apenas lee
Con una tasa nacional de lectura del 3,7 %, que equivale a siete libros por año, el proyecto Ratón de Biblioteca marca la diferencia; niños que alcanzan cifras sorprendentes, leyendo más de cien libros al año.
Por: Camila Arrieta, Joleisha Livinsgton y Nazly Ramírez

En Colombia, donde leer sigue siendo un privilegio, un grupo de niños en Medellín rompe las estadísticas y demuestra que los libros pueden cambiar destinos.
Mientras las cifras oficiales revelan que el país aún enfrenta una preocupante brecha en sus hábitos lectores, en los barrios populares se demuestra que la lectura puede ser una herramienta de transformación social.
En la Biblioteca Familia La Esperanza, ubicada en el barrio Castilla, pequeños lectores de la Fundación Ratón de Biblioteca superan los cien libros leídos al año, contrastando con un promedio nacional que apenas alcanza 6,9 libros por persona, según el Informe de Hábitos de Lectura, Asistencia a Bibliotecas y Compra de Libros 2023, realizado por la Cámara Colombiana del Libro e Invamer.
Un país que lee poco
De acuerdo con el Departamento Administrativo Nacional de Estadística (DANE), en su Boletín Técnico de Lectura 2022, solo el 51,7 % de los colombianos de 5 años en adelante leyó algún libro impreso durante ese año. En zonas rurales, el porcentaje desciende a 49 %, evidenciando que el acceso a la lectura sigue siendo desigual.
“Cuando uno lee, aprende a soñar y a construir su futuro”, añadió Nicolás. ¿No son estos niños fabulosos?

A pesar de los esfuerzos del Estado por promover la lectura con programas como: “Fiesta de la Lectura” del ICBF y las “Maratones de Lectura” del Ministerio de Educación Nacional, los resultados aún son limitados.
En un contexto donde las pantallas ganan terreno y las bibliotecas pierden visitantes, la experiencia de Ratón de Biblioteca se erige como una excepción esperanzadora. Sin embargo, en un país donde leer parece una tarea difícil, estos niños nos demuestran que la lectura sigue viva, solo necesita acompañamiento, espacios y afecto.
Lea, otra entidad que promueve estas lecturas: Fiesta de la lectura ICBF
Una biblioteca que late en Castilla

La Biblioteca Familia La Esperanza, fundada en 1968 en el barrio Castilla, es una de las sedes más antiguas del proyecto Ratón de Biblioteca, creado en 1981 por Clemencia Gómez de Jaramillo con el objetivo de acercar la lectura a comunidades vulnerables.
Hoy, este espacio funciona como un punto de encuentro donde los niños leen, juegan, escriben y sueñan. Entre estanterías llenas de color, los libros son tan cotidianos como los juegos en la calle.
Allí conocimos a Marina Correa, María Ángel Manco, Jarol Puerta, María Ángel Castro, María Ángel Molina, Lorianis Matute y Nicolás Restrepo niños de entre 5 y 13 años que, pese a las dificultades, encuentran en la lectura una forma de proyectarse hacia el futuro.
“A mí me gusta leer porque los libros me abren muchas puertas”, dijo María Ángel Manco, con una sonrisa mientras sostenía su libro favorito.
María Ángel Molina, una niña curiosa y apasionada por los libros, nos habla sobre cuántas historias ha descubierto a través de la lectura y cuál es el título que la acompaña actualmente:
Sus testimonios evidencian que, cuando los niños tienen acceso a libros, mediadores y espacios seguros, la lectura se convierte en una herramienta de cambio social.
Una red de lectura que crece en Medellín


Ratón de Biblioteca tiene presencia en
cinco sedes: Familia La Esperanza,
Villa Guadalupe, El Raizal, Villatina y
Aguas Frías. Tres pertenecen al
Grupo Familia y dos son
administradas directamente por la
fundación. Todas trabajan con la
misma misión: acercar los libros a
quienes históricamente han
tenido menos acceso a ellos.
Según datos de la Fundación, en 2024
se realizaron más de 5.000 préstamos de
libros infantiles y 300 actividades
comunitarias, alcanzando a
cientos de niños y jóvenes de estos
barrios populares.
“Aquí no solo prestamos libros, acompañamos historias”, dice Nevir, Gestora Cultural de la biblioteca. “Muchos de los niños que hoy son mediadores empezaron a venir como pequeños curiosos”.
El caso de Ratón de Biblioteca contrasta con el panorama nacional. En Colombia, el 60,4 % de los niños menores de cinco años disfrutan de leer según el DANE, pero el acceso a libros, bibliotecas y mediadores sigue siendo limitado.
De acuerdo con la Encuesta Nacional de Lectura 2023, sólo el 28 % de los hogares colombianos cuenta con una biblioteca familiar, y el 36 % de los niños en edad escolar no tiene libros en casa distintos a los textos escolares.
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Los niños que inspiran al país

Foto extraída de la página de Ratón de Biblioteca
Después de compartir su amor por la lectura, Jarol reflexiona sobre las razones por las que en Colombia se ha perdido el hábito de leer y deja un mensaje inspirador para quienes apenas comienzan en este mundo. A continuación, escucha su testimonio:
En medio de esas cifras desalentadoras, los niños de Ratón de Biblioteca representan una excepción luminosa. Su entusiasmo no se mide en estadísticas, sino en sueños. Sueños que se escriben en voz alta, en rondas de lectura, en risas compartidas y en el brillo de los ojos que descubren una historia nueva.
“Leer me hace feliz”, mientras muestra con orgullo su credencial de lectora frecuente. “Cuando leo, siento que viajo sin moverme.”, dijo Jarol Puerta.
Son palabras simples, pero contundentes. En un país que apenas lee, estos niños son la prueba de que la lectura puede ser el primer paso para cambiar realidades. Colombia aún enfrenta una deuda con la lectura, pero experiencias como las de Ratón de Biblioteca demuestran que el cambio empieza desde los barrios, con proyectos que entienden que leer no solo enseña a pensar, sino también a vivir mejor.
En cada sede, en cada niño, se escribe una historia distinta: la de un país que puede leer más, soñar más y creer más.
Porque, como lo repiten los pequeños lectores de Castilla, “leer abre puertas”, y ellos ya comenzaron a cruzarlas.
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