Diciembre mes del VIH: aprender del virus para enfrentar la desinformación

Diciembre mes del VIH: aprender del virus para enfrentar la desinformación

Para octubre de 2025, tan solo un 0,41% de pacientes en Colombia habían sido diagnosticados con VIH. Sin embargo, estas personas siguen siendo estigmatizadas por albergar en su cuerpo un virus que, de tratarse de manera responsable, no es obstáculo para vivir una vida normal.

5 de diciembre, 2025

Por: Juan José Tobón Gallo

No es una sentencia de muerte, como años antes se creía. No se transmite por saliva, ni por abrazos, ni por sobras de comida y, de tratarse a tiempo, tampoco es transmisible por embarazo. No se contagia únicamente por relaciones entre hombres; nadie está exento, pero no es la enfermedad de transmisión sexual más frecuente. De hecho es menos contagiosa que la sífilis y la hepatitis B. 

Aún es recurrente tener que desmentir prejuicios, mitos o comentarios que surgen de la desinformación que cubre la percepción general de un virus que cada vez es menos misterioso para la ciencia. La idea que mejor refleja esa falta de información quizá sea la que surge de seguir confundiendo el virus del VIH con el Síndrome de Inmunodeficiencia Adquirida o Sida. 

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¿Qué diferencia hay entre VIH y Sida?

La doctora María Angélica Maya Restrepo, docente y especialista en enfermedades infecciosas, es clara: “VIH es el nombre del virus que causa la enfermedad del VIH; es decir que es tanto virus como enfermedad y su transmisión es principalmente por vía sexual. Sin embargo, esta enfermedad puede tener etapas y cuando la persona, por falta de tratamiento, tiene muy bajitas sus defensas a esa etapa se le conoce como Síndrome de Inmunodeficiencia Adquirida o Sida”.

La doctora María Angélica Maya es especialista en enfermedades contagiosas desde hace más de 10 años. Además, es docente universitaria. Foto: Doctoralia.

Pero esas defensas no son de cualquier tipo. La doctora es pedagógica cuando menciona que las defensas del cuerpo humano operan como si se tratara de la seguridad nacional de un país: con sus policías y sus soldados. “El virus del VIH ataca una clase de soldaditos del cuerpo llamados linfocitos CD4. Lo normal es que un organismo sano tenga más de 500 linfocitosCD4; se habla de sida cuando estos linfocitos están por debajo de los 200”. 

En ese estado, el organismo es propenso a desarrollar enfermedades por algún virus, bacterias o parásitos; en el argot médico se les conoce como “infecciones oportunistas”. Cuando se dejan avanzar estas infecciones en un organismo con pocas defensas el panorama puede ser crítico. No obstante, esta etapa de inmunodeficiencia es reversible y una persona que viva con VIH puede llevar una vida sana, tranquila, con una esperanza de vida igual al promedio. Allí reside la importancia de recibir un diagnóstico y un tratamiento oportuno.

Hablemos del tratamiento

Se conoce como antirretroviral al medicamento con el que se evita que el virus del VIH se reproduzca en el cuerpo. Se llama así, porque el virus hace parte de la familia biológica de los retrovirus. En las últimas décadas, los avances de la ciencia médica han permitido que, con la ingesta diaria de retrovirales, hábitos saludables y chequeos médicos periódicos, una persona que albergue el virus en su cuerpo pueda llevar una vida sana y lograr incluso que el virus sea indetectable e intransmisible por todas las vías, aunque este aún perviva en su organismo. 

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Hay muchos tipos y nombres de retrovirales, pero el VIH generalmente se trata con la ingesta diaria de tres que pueden estar contenidos en una sola pastilla y que se recetan de acuerdo a la situación del paciente. En Colombia, es obligación del Estado, a través del Sistema General de Salud, brindar apoyo psicosocial durante el diagnóstico y la vida de la persona, así como cubrir todos los gastos del tratamiento. Asimismo, dice la doctora Maya que, para no tener complicaciones, el paciente “debe llevar un estilo de vida saludable con buenos hábitos como el ejercicio, una buena alimentación y no fumar tabaco, pues el VIH puede aumentar el riesgo de cánceres y enfermedad cardiovascular”.

La importancia del tratamiento también reside en que evita la transmisión del virus vía embarazo. He aquí la pertinencia de las pruebas prenatales que, sin embargo, a veces algunas pacientes evitan por presión social o miedo a sus maridos. A pesar de ello, la doctora Maya menciona que Colombia está cerca de llegar a ser un país con 0 niños infectados por lo que es importante insistir con las pruebas.

Escuche:

PrEP y PEP, ¿qué son?

Según Cuenta de Alto Costo, unas 211.431 personas han sido diagnosticadas con VIH en Colombia. Esto implica menos del 0,5% de pacientes en el país. Si bien no es una cifra alarmante, conocer el número exacto de personas infectadas sigue siendo hoy difícil por el estigma y la desinformación. Por eso es necesario concientizar sobre la necesidad de divulgar información y hablar de la prevención; al hablar de la prevención también es necesario asumir responsabilidades.

Cuando una persona que no tiene VIH sabe que está expuesta a situaciones que pueden ponerle en riesgo, es preciso prevenir. Una forma de tomar medidas preventivas surge con dos esquemas conocidos como PrEP y PEP. Ambos esquemas se nombran así por la forma en que se toman. El PrEP significa profilaxis previa a la exposición y se ingiere por vía de pastilla de retroviral diaria o en forma de inyección cada cierto tiempo, cuando una persona aún no ha sido infectada, pero está en riesgo. Por su parte, el PEP significa profilaxis post exposición; este esquema es aplicado en situaciones de emergencia, también a través de antirretrovirales, cuando una persona posiblemente haya estado expuesta al virus. Debe iniciarse dentro de las 72 horas posteriores a esa posible exposición. 

Aún pervive el estigma

Pese a que la ciencia ha mejorado notablemente la calidad de vida de quienes viven con el virus, algunos estigmas, prejuicios y mitos impiden su diagnóstico y tratamiento. “Por ejemplo, aún hay madres que rechazan la prueba prenatal de VIH por presión social, porque su esposo no las deja o incluso porque viven en zonas rurales en donde los grupos armados persiguen a las personas infectadas; entonces les da susto que de salir positiva se tengan que ir del pueblo” se lamenta la doctora Maya.

Asimismo, esa desinformación propicia que muchos pacientes no se animen a hacerse la prueba por miedo a enfrentar el estigma en soledad. Dice la doctora que aún se evidencian otros obstáculos, como prejuicios religiosos, condiciones psiquiátricas que impiden al paciente asumir la responsabilidad del tratamiento, o situaciones de desamparo para algunos migrantes transitorios que no tienen acceso a salud. 

Si bien diciembre es el mes del VIH, es necesario hablar del virus todos los días y no solo entre la comunidad médica. Algunas organizaciones y fundaciones, como Más Que Tres Letras en Medellín, la Corporación de Lucha Contra el Sida en Cali o la Red Somos en todo el territorio nacional, así como un gran número de profesionales de la salud, mediante contenido interactivo se encargan desmitificar y poner el conocimiento del VIH en un amplio público. Y es que es necesario informarnos para cuidar y cuidarnos con responsabilidad, si pretendemos alcanzar una sociedad sana, sin miedo y sin estigmas.

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