¿Cómo es el día a día de los vendedores informales de Medellín?
Por: Alejandra Gómez, Carolina Ortiz y Catalina Tejada

Los andenes y vías de Medellín se llenaron de venteros informales en los últimos años, debido a la falta de oportunidades laborales y la necesidad latente de generar ingresos para el sostenimiento económico de miles de hogares. Se estima que hay alrededor de 35.000 vendedores ambulantes en la ciudad, tanto regulados como no regulados, una cifra que se triplicó después de la pandemia, por el aumento del desempleo en el país, según la Alcaldía de Medellín.
Características socioeconómicas de los venteros
Un estudio de caso realizado en el 2024 por el Observatorio de Políticas Públicas (POLIS) de la Universidad Icesi, la Universidad del Norte y la Universidad EAFIT, en el marco de la Alianza 4U, en el cual se realizaron 264 encuestas a vendedores informales del Centro de Medellín, reveló que el 56% eran hombres y el 44% mujeres; el 55% tenía entre 40 y 59 años, el 28% más de 60 años y el 17% entre 18 y 39 años; y solo el 5% contaba con un nivel de educación superior.
Este estudio de caso también arrojó las principales razones por las que esta población trabajaba en la venta informal: el 44% por el alto nivel de desempleo, el 34% por oportunidades de mercado y el 26% por querer trabajar de manera independiente.
Por su parte, Gabriela Martínez, ventera informal de tintos y dulces, ubicada bajo la Estación San Antonio, indicó que no pudo conseguir empleo debido a sus problemas de salud: cataratas, diabetes e hipertensión, por ello se dedicó a trabajar en la calle.
Respecto a la nacionalidad de los vendedores que trabajan en Medellín, una investigación realizada por la Facultad de Ciencias Económicas (FCE) de la Universidad de Antioquia, en la que se encuestaron 273 venteros informales en la ciudad, arrojó que el 88,3% eran colombianos, el 11,4% venezolanos y el 0,4% peruanos. Así mismo, se identificó que más del 80% de estos trabajadores ganaban menos de un salario mínimo, lo que impide que pudieran acceder a seguridad social.
Esta investigación también anunció que el 5,5% de los venteros no tenían acceso a agua potable y más del 60% no contaba con internet en sus hogares.
Condiciones de salud de los vendedores informales
La salud de los venteros es otro aspecto importante. Una investigación realizada por la epidemióloga y docente María Osley Garzón, publicada en el 2023 en la Revista Med de la Universidad Militar Nueva Granada, en la cual se realizó un censo a 686 vendedoras informales del Centro de la ciudad para explorar la inseguridad alimentaria y nutricional de estas mujeres, aseguró que el 35% eran sedentarias, el 42,8 % reportó tener un apetito regular, malo o muy malo, el 37,9 % tenía sobrepeso y el 34,5 % obesidad.
Otra investigación realizada por Garzón, publicada en el 2024 en la misma revista, indicó que las condiciones en las que trabajan los venteros informales favorecen hábitos y estilos de vida no saludables, que a su vez predisponen y aportan a la carga de enfermedad física y mental. La investigación arrojó que la incidencia de síntomas depresivos era de 15,6 % y la prevalencia de estreñimiento de un 18,7 %.
Principales problemas a los que se enfrentan
Janner Johan Beltrán, ventero informal de artesanías que se sitúa en la Plaza Botero, afirmó que lo más difícil de trabajar en la calle es estar expuestos a los cambios climáticos y ser perseguidos por Espacio Público, “nos quieren desplazar, opacar y oprimir nuestra labor”.
Según el estudio de caso realizado por el POLIS, el 37% indicó que el mayor problema era la inseguridad y los robos, el 16% el desalojo de lugares y el 14% la competencia de ventas ambulantes.
Otro de los retos que enfrentan los vendedores, es que están expuestos a las dinámicas de bandas criminales como el cobro de “vacunas” para poder operar en la zona donde se encuentran.
Asociaciones y sindicatos
El estudio de caso desarrollado por el POLIS informó que el 70% de los vendedores ambulantes se encontraban afiliados a alguna asociación, fundación, cooperativa, o gremio, para enfrentar juntos algunas de las problemáticas mencionadas, protegerse y luchar por sus derechos.
Dada la necesidad que tenían los venteros informales de estar unidos, ser representados y poder establecer diálogos con los gobernantes de turno para buscar diferentes alternativas al desalojo y decomiso de mercancías, se creó en el 2003 la Unión General de Trabajadores Independientes y de la Economía Informal (UGTI), que actualmente es un sindicato adscrito a la Central Unitaria de Trabajadores (CUT), representando a 15.000 afiliados en todo el país, de los cuales 2.752 personas son de Medellín, así lo afirmó Guillermo Giraldo, presidente nacional de este gremio.
Por otra parte, se encuentra la Asociación Asobotero, creada desde el 2005, conformada por un grupo de 60 venteros, entre los que se encuentran fotógrafos, sombrereros, gaferos y artesanos, que trabajan de la mano con Espacio Público y la Policía dentro de la Plaza de Botero, con el objetivo de garantizar el orden y la seguridad en este espacio, indicó Alberto Ávila, representante legal de esta asociación.
El papel del Estado
La investigación realizada por la (FCE) de la Universidad de Antioquia aseguró que el 77% de los vendedores no contaba con protección social por parte del Gobierno Nacional.
Heidy Acosta, vocera de la Secretaría de Desarrollo Económico de Medellín, indicó que desde esta dependencia se ofrece el programa Banco Distrital que responde a las necesidades de los trabajadores de la economía informal, mediante el respaldo a MiPymes y emprendedores, con mecanismos financieros flexibles y créditos rápidos.
Es evidente que, a pesar de los esfuerzos del Gobierno por reducir la informalidad, esta ha variado poco en la ciudad durante las últimas décadas. Por ello, el colectivo de vendedores informales requiere una mayor atención por parte del Estado, así como la implementación de nuevas políticas públicas que les brinden más oportunidades y contribuyan a mejorar su calidad de vida.