El promotor legítimo de la cultura en Santa Fe de Antioquia
22, abril 2021
Por: Valentina Naranjo Romero, Isabela Muñoz García, Mónica Alemán Lobo y Sara Melissa Ramírez
Santa Fe de Antioquia, uno de los municipios más turísticos del occidente antioqueño fundado en el año 1546. Durante mucho tiempo fue la capital del departamento de Antioquia. Un municipio que cuenta muchas historias a través de sus calles empedradas, fachadas coloniales, su clima cálido, sus viscosos y deliciosos caramelos de tamarindo, sus rústicas y altas puertas, en general es un pueblo maravilloso por su arquitectura colonial
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Él es Rodrigo Girón Durango, un hombre que nació en Buriticá en el año 1935. Actualmente, vive en el municipio de Santa Fe de Antioquia y es muy reconocido por su pequeña y vieja caseta de madera llena de libros, desde los más viejos y pequeños hasta los más grandes y nuevos. Este amante de las letras, inició en las ventas de libros en la ciudad de Bogotá durante los años 70, trabajo que ejerció también en Ibagué y en Medellín, donde tuvo un puesto de libros reconocidos, al frente de la iglesia de la Candelaria, en todo el Parque Berrio.
Cuando tenía 16 años de edad, laboró en la Oficina de Registros e Instrumentos públicos de Medellín, su trabajo consistía en leer códigos, reglamentos y leyes. Desde ese entonces nació el amor por la lectura y los libros.
Es un hombre que admira mucho a algunos autores como Miguel de Cervantes Saavedra y José Manuel Marroquín Ricaurte. Desde joven aprendió a ver la vida mucho más diferente y ser más elocuente a la hora de expresarse, de interpretar los textos con niveles de dificultad y de usar la ortografía correctamente. Además de esto, Rodrigo Girón Durango no solo se ha dedicado a comercializar libros, también es un reconocido y destacado jugador de ajedrez, se destaca por sus grandes habilidades en esta disciplina. Es un apasionado por este juego, ya que desde temprana edad lo practica. De hecho, tuvo la oportunidad de participar en varios certámenes a nivel nacional y municipal.
Todas las mañanas en la Ciudad Madre, Rodrigo Girón se levanta a las 6:00 a.m., se toma sus primeros traguitos de “aguapanela” con un trozo de pan. Luego se da una ligera ducha y a las 8:00 a.m. se dirige a uno de los más conocidos y transitados parques del pueblo, llamado “La Chinca”. Es allí, en una esquina del parque, donde Rodrigo se sienta, con su toldo que es célebre, a vender libros nuevos y de segunda mano.
Este personaje no solo se destaca como vendedor de literatura; además de esto, “es conocido por ser un hombre íntegro, con vocación de servicio, generoso, cordial y atento. Pues se ha ganado el respeto de la comunidad y el reconocimiento de su labor y desempeño que realiza diariamente con amor”, dijo Estela Rojas, clienta de Rodrigo.
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La mayor parte del tiempo lo dedica a restaurar libros de segunda, acomodando sus hojas, aplicándoles pegamento y ajustándole las carátulas. “Me gustan mucho los libros que se convierten en utilizados”. Le encanta saber que alguien ya disfrutó ese texto, que restaura para alguien más. Le gusta el eterno retorno de las obras ya consumadas, ya leídas, que siguen reviviendo siempre en la lectura de otro y otro.
Este hombre, con la edad de 83 años, es el promotor legítimo de la cultura en Santa Fe de Antioquia y sigue atendiendo con fervor su quiosco, hallando en su búsqueda a los esporádicos lectores que preguntan por algún poemario, texto o libro. Sentado al lado de su pequeño y a la vez grande mundo de la cultura. “Yo llegué a Santa Fe de Antioquia con los libros, sabiendo que aquí hay muy pocos lectores”, dijo Rodrigo.