El laberinto de la salud en Colombia, un sistema de 30 años

El laberinto de la salud en Colombia, un sistema de 30 años

29 de abril de 2024

A primera vista, la idea de un sistema de salud universal, establecido en la Constitución de 1991, parece ser una fuente de esperanza. Sin embargo, su implementación está marcada por desigualdades, complicaciones burocráticas y desafíos estructurales. Menciona Julián Alberto Serna Gómez, especialista en Políticas Públicas, y docente de la Facultad de Odontología y Salud Pública de la Universidad de Antioquia, que la salud se ha venido pensando hace más de 30 años con una mirada centrada en la atención primaria, la cual es una estrategia de prevención que hoy proponen diferentes movimientos sociales y académicos alrededor de la salud en Colombia.

Ley 100 de 1993

La ley 100, es una pieza legislativa en el sistema de salud colombiano que ha sido objeto de análisis y controversia. Esta ley estableció dos regímenes principales: el régimen subsidiado y el régimen contributivo.

El primero tiene como objetivo asegurar el acceso a servicios médicos para los sectores más vulnerables de la población, mientras que el segundo se enfoca en aquellos con capacidad para pagar cotización individual y familiar.

Foto por: Leidy Mariana Arboleda

Con el paso de los años, han surgido interrogantes sobre la eficacia de estos regímenes para cumplir con su propósito inicial. Por ejemplo, Alfredo Mondragón Garzón, congresista del Pacto Histórico y coordinador ponente de la Reforma a la Salud ante la Cámara de Representantes, señala que si bien este sistema ha logrado brindar cobertura al 99% de la población en cuanto a la afiliación, existe un déficit preocupante: hasta la fecha, más de 100 municipios en Colombia carecen de una asistencia médica adecuada.

El sistema de salud colombiano se establece como un pilar en la atención médica, facilitando no solo el acceso a medicamentos, sino también a procedimientos quirúrgicos, odontológicos y diferentes atenciones de la salud.

Por otro lado, la revista Ensayos Sobre Política Económica (ESPE) en el artículo “Aspectos financieros y fiscales del sistema de salud en Colombia”, destaca cómo este sistema enfrenta desafíos financieros y administrativos, que se atribuyen a una serie de factores, entre ellos el alto número de personas afiliadas al régimen subsidiado; el crecimiento en la demanda de servicios médicos y la unificación de primas entre los dos regímenes. 

Aunque esta unificación suponía que buscaba equidad en el acceso a la atención, ha generado costos adicionales que representan una carga financiera significativa para el sistema de salud. Además, la inclusión de migrantes, especialmente venezolanos, y la aparición de la pandemia de COVID-19  han exacerbado aún más estos desafíos.

Análisis comparativo

En el complejo panorama del sistema de salud, las EPS (Entidades Promotoras de Salud) desempeñan un papel vital al coordinar y controlar la atención médica a través de la integración vertical. Este modelo, como lo explica Ronald Coases (1937), está asociado a la decisión de hacer o comprar, es decir, producir los insumos necesarios para la producción o adquirirlos en el mercado, y distribuir los productos directamente, es una táctica de expansión empresarial en la cual la EPS contrata a otras entidades para realizar estas funciones.

En el vasto universo de la atención médica, se encuentran también las Instituciones Prestadoras de Servicios de Salud (IPS), las cuales son un tejido de entidades, asociaciones e individuos, tanto del ámbito público como del privado o mixto, todos ellos debidamente autorizados para ofrecer una amplia gama de servicios médicos. Estas IPS están dedicadas a proporcionar atención médica que cumpla con los estándares del Plan Obligatorio de Salud (POS), tanto en el régimen contributivo como en el subsidiado.

En Colombia, actualmente, cinco EPS están bajo la lupa de la Superintendencia Nacional de Salud:

  • Savia Salud: Bajo intervención desde el 11 de noviembre de 2023, con 1,67 millones de afiliados.
  • Asmet Salud: Intervenida desde el 11 de noviembre de 2023, con 1,6 millones de afiliados.
  • Emssanar: Bajo intervención desde el 11 de noviembre de 2023, con 1,7 millones de afiliados.
  • Famisanar: Intervenida desde el 11 de noviembre de 2023, con 2,9 millones de afiliados.
  • Nueva EPS: Bajo intervención desde el 3 de abril de 2024, con 1,1 millones de afiliados.

¿Cuál es la razón detrás de esta situación?

Las EPS intervenidas enfrentan dificultades para cumplir con sus obligaciones financieras hacia hospitales, clínicas y otros proveedores de servicios de salud.

Baja calidad del servicio: Los usuarios han presentado numerosas quejas debido a la insatisfactoria atención recibida, incluyendo dificultades para obtener citas médicas, medicamentos y procedimientos necesarios.

Altos índices de tutelas: Las EPS bajo intervención acumulan un elevado número de demandas judiciales, lo que refleja la necesidad de los usuarios de recurrir a la justicia para salvaguardar sus derechos en el sistema de salud.

La Superintendencia de Salud ha tomado medidas para garantizar la atención de los usuarios de las EPS intervenidas:

  • Ha nombrado agentes especiales para administrar las EPS.
  • Ha realizado planes de acción para mejorar la calidad del servicio.
  • Ha establecido mecanismos para vigilar la situación financiera de las EPS.
  • Sin embargo, el futuro de estas EPS aún es incierto. Es posible que sean reestructuradas, vendidas o incluso liquidadas.

Dificultades dentro del caos: la escasez de medicamentos

La escasez de medicamentos en Colombia es un desafío significativo que pone de manifiesto las deficiencias en el acceso a tratamientos. El Instituto Nacional de Vigilancia de Medicamentos y Alimentos (Invima) desempeña un papel crucial en la supervisión de la calidad de los fármacos y la implementación de políticas sanitarias, recopilando datos para monitorear la disponibilidad de medicamentos en el mercado.

Este seguimiento constante, conocido como monitorización, ayuda a identificar posibles riesgos de desabastecimiento, que pueden surgir por diversos motivos, como problemas de fabricación o interrupciones en la cadena de suministro. Según datos de febrero de 2024, medicamentos críticos como la albúmina humana, la insulina y el acetaminofén están en riesgo de escasez en Colombia.

La escasez afecta no solo a tratamientos físicos, sino también a pacientes con enfermedades mentales. La Asociación Colombiana de Psiquiatría (ACP) señala que la falta de insulina ha causado hospitalizaciones de urgencia. Hay 28 trámites pendientes y 104 en riesgo de escasez, abarcando una amplia gama de productos. Por ende, una regulación más efectiva por parte del Invima se hace crucial para garantizar el acceso a tratamientos esenciales. Se están buscando soluciones por parte de organizaciones civiles y entidades gubernamentales.

José Julián López, de la Universidad Nacional de Colombia, señala que la percepción de escasez puede estar influenciada por la dinámica de la industria farmacéutica. El programa Análisis UNAL de Radio UNAL ha abordado esta problemática, especialmente con la llegada del médico Francisco Rossi como director del Invima. Estas discusiones son fundamentales para promover un mayor entendimiento y acción efectiva frente a la escasez de medicamentos en el país.

Si quiere conocer más: Entrevista a José Julián López

Con la coyuntura actual de Colombia, donde los conceptos, decretos, debates y posiciones parecen llevarnos a un laberinto sin fin, enfrentamos un gran reto para superar y comprender las dificultades. Sin embargo, es importante entender cómo funciona y se estructura el sistema actual, así como el motivo por el cual se ha propuesto la Reforma del Sistema de Salud desde algunos gremios de la salud; que, a pesar de las discrepancias que ha generado, hace coincidir a todos los sectores en la necesidad de un consenso para reestructurar el sistema.

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