Desmantelando el silencio: la reacción de las periodistas ante el estigma del poder
Por: Valentina Galvis Valencia y Mariana González Pulgarín
martes, 4 de marzo de 2025
El término “muñecas de la mafia”, proviene de la serie colombiana emitida por el Canal Caracol en 2009, donde mujeres jóvenes y bonitas de bajos recursos buscan una salida de su condición económica, luchando por estabilizarse económicamente; una vez logrado el objetivo, se consiguen un “mafioso” y se esmeran por mantenerse espléndidas, a pesar del peligro que corren por codearse con este tipo de personajes.
En este artículo, haremos un recuento de las reacciones de mujeres periodistas ante el comentario del presidente Gustavo Petro quien, durante la posesión de la nueva Defensora del Pueblo Iris Marín en Nuquí, Chocó, en agosto de 2024 se refirió a las periodistas con la expresión “muñecas de la mafia”, haciendo referencia a un estereotipo de mujeres manipuladoras y superficiales que buscan ascender a través de relaciones con el crimen organizado.
“Las periodistas del poder, las muñecas de la mafia, construyeron la tesis del terrorismo en la protesta y la criminalización del derecho genuino a protestar y a decir basta”. (Gustavo Petro)
Aunque el mandatario no dio ningún nombre en particular, sus palabras fueron tomadas como un ataque directo y generalizado a las periodistas, generando respuestas inmediatas tanto a nivel nacional e internacional. Organizaciones periodísticas y periodistas de renombre se declararon en contra de esta declaración, considerándolas como misógina, estigmatizante y machista.
Reacciones de las profesionales del periodismo y la sociedad
El Círculo de Periodistas de Bogotá (CPB) solicitó en su momento, al mandatario una retractación, argumentando que tales declaraciones vulneran la libertad de prensa y promueven el desprestigio de las periodistas. Sobre esto, la organización dio a conocer que este mensaje no contribuye a la llamada “paz total” que busca el gobierno. Otras organizaciones, como la Fundación para la Libertad de Prensa (FLIP), han advertido sobre los peligros de estigmatizar a los comunicadores, que pueden dar paso tanto a agresiones verbales, como físicas contra las periodistas.
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Profesionales como Vicky Dávila y Claudia Palacios, figuras representativas en el medio, no se quedaron calladas y mostraron su indignación frente al comentario del presidente. Tras este escándalo, la violencia digital aumentó reflejando machismo y desvalorización de la mujer, que todavía persiste en el país.
El medio alternativo “Volcánicas”, liderado por periodistas feministas, habló frente al tema y expresó su desconcierto tras las palabras del presidente. Afirman que esto es un acto de misoginia al hacer esta comparación que deshumaniza a la mujer para juzgar su profesionalismo. “¿Por qué nadie dice “los muñecos de la mafia” para referirse a los hombres periodistas de derecha o cercanos al poder?”.
“Llamar a las periodistas (aunque sean de derecha) muñecas de la mafia, va más allá de asociarlas al poder (poder que ahora ocupa el presidente Petro). Apunta a la esfera íntima de la mujer, no a su falta de rigor o de profesionalismo como periodistas”. (Volcánicas).
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El posicionamiento de una mujer en la Defensoría fue muy oportuno para responder al presidente Petro, como lo hizo Iris Marín, que rechazó sus palabras y dijo “No esperen de mí como Defensora del Pueblo que justifique el lenguaje discriminatorio o que estigmatiza a las mujeres”.
Daniela Osorio Flórez, comunicadora social, periodista de la emisora comunitaria “Anorí estéreo” (Antioquia), manifestó frente al tema: “Considero que el periodismo ha sido altamente estigmatizado en Colombia por muchos años de cruda violencia”, además comentó que el actual presidente ha logrado sumar un punto más a “La gran división: Odio y Polarización” en el que están envueltos todos los colombianos.
El término “Muñecas de la mafia” no solo hace referencia a la misoginia y el machismo, sino a la censura a los medios de comunicación en todo el país, irrespetando nada más los derechos que por tantos años han luchado las mujeres y la libre expresión de las mismas.
El pasado no define el presente
Aunque en el comentario del presidente no se encuentran nombres específicos y es general, en la historia de Colombia en los años 80, ha habido claros ejemplos de periodistas y figuras del periodismo que estuvieron relacionados, de alguna manera, con los narcos. Recordemos el caso de Virginia Vallejo, periodista de renombre en la época de Pablo Escobar, que, a pesar de tener su vida hecha, sostuvo un romance durante varios años con el líder del Cártel de Medellín.
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La violencia simbólica y el periodismo
La violencia digital contra las mujeres periodistas en Colombia ha aumentado. Un estudio del Observatorio de la Democracia del Departamento de Ciencia Política de la Universidad de los Andes reveló que seis de cada diez periodistas han sufrido de violencia de género en su entorno laboral. Los comentarios del presidente, lejos de ser aislados, parecen reflejar una problemática más profunda de misoginia y discriminación en el país.
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Las profesionales del periodismo han llegado a evidenciar los ataques virtuales por parte de seguidores del presidente, como: “Esta muñeca de la mafia guerrillera”, “Peona y sirvienta de La Oficina [organización de sicarios de Pablo Escobar]”. Sin embargo, hay otro tipo de agresiones, por ejemplo contra la periodista María Jimena Duzán, que son específicas por sus investigaciones en torno al poder: “Yo no soy muñeca de nadie. Al contrario, lo que he hecho toda mi carrera es denunciar a la mafia”, respondió en una entrevista al periódico EL PAÍS.
“Creo que el presidente no entiende que cuando lanza un mensaje de esta categoría, con ese nivel de estigmatización, eso tiene un efecto inmediato: los bots lo reproducen, el odio se reproduce… si se va a hablar del poder en el periodismo, es raro que Petro se enfoque en las mujeres, cuando “¡los hombres siempre han dominado en los medios!” (María Jimena Duzán).
El estudio realizado por la campaña “No Es Hora de Callar” y el Observatorio de la Democracia de la Universidad de los Andes demuestra que la violencia de género contra las mujeres periodistas en Colombia es un problema recurrente. Mediante encuestas, se evidenció que 6 de cada 10 periodistas han sido víctimas de violencia en sus espacios de trabajo, y el 77.9% conoce casos de colegas afectadas.
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La discriminación de género es la forma de agresión más común que existe, seguida por el acoso y la violencia sexual, en su mayoría ejecutados por superiores o compañeros de trabajo. El informe expone la falta de mecanismos de denuncia y apoyo, lo que conlleva a la impunidad y revictimización. Como consecuencia, muchas periodistas han optado por abandonar fuentes, temas, o incluso sus trabajos, lo que supone una vulneración a la libertad de expresión y al derecho de la sociedad a estar informada.