Daddy Dysmorphia: un concepto hecho carne
Texto SEXTANTE PRENSA edición 48
15 mayo de 2025
Por: Juan Esteban Álzate Gómez.
Drag para impactar, no para gustar.
Cuando Santiago se trepa y se convierte en Daddy, la sociedad que lo rodea parece detenerse un instante, y se abre la puerta a un mundo creado tal cual su imaginación lo desea. No es solo una simple transformación del como se ve: es un renacimiento; un grito profundo que proviene del ser más genuino y único; el intento de creación de la utopía que se forma en la mente de Santiago. Daddy no es solo una drag, es una manifestación del arte más sincero, puro y crudo. Un arte que, además de expresar y desahogar, transmite.

Santiago, con su amor inquebrantable por su drag, no permite que alguien quiera faltarle el respeto por el arte que ha construido, porque para él, Daddy Dysmorphia alcanza a tocar lo sagrado en sus ideales y, por lo tanto, merece respeto. Daddy es el reflejo de su lucha, de sus sueños, de sus noches de soledad y de sus momentos de gloria.
Con una postura que llega a desafiar la gravedad, tacones que parecen tocar el cielo, una esencia de estilismo propio, una uniceja impecable y un cabello rojo que parece arden con un fuego que nace de sí misma, Daddy Dysmorphia es mucho más que un rostro bonito: es una declaración. Una declaración de que el drag va más allá de lo visual; es un testimonio de identidad, de valentía, de belleza y de concepto. Daddy incomoda, provoca y transforma.

Ser Daddy es resistir
El camino hacia el ser exitoso nunca es fácil, pero Daddy, con las llamas que salen de sí misma, nunca le permitió a la oscuridad quedarse ni con un solo resplandor que su brillo refleja. Cuando Santiago comenzó su recorrido con el drag, él tenía una intención: crear algo más grande que sí mismo; él deseaba construir un refugio. Un refugio que demostrara que las personas pueden ser ellas mismas, sin miedo que atormente. Junto a dos amigos, Santiago empezó a construir una nueva casa drag, con la esperanza que su creación resonara en Medellín. Pero el destino, con la misma crueldad que el mundo drag sabe manejar, se cruzó con la envidia y el ego de una de sus hermanas, quien, consumida por un desbalance en sus sentimientos, y un tinte de arrogancia, desmoronó un pedazo de la Utopía que Santiago había soñado para Daddy.
A pesar de este tropiezo, Daddy Dysmorphia nunca se hundió. En lugar de rendirse, el brillo de esta fantasía pelirroja decidió resplandecer con más fuerza que nunca. La luz que salía por sus poros, proveniente del arte que estaba incrustado en su alma, no era algo que las malas energías pudieran apagar. Al contrario de todo lo negativo deseado hacia Daddy, cada ataque se convirtió en combustible, en un fuego que la empujó hacia adelante; fuego que se quedó incrustado en su esencia y se refleja con intensidad en su cabellera.
Y entonces, todo empezó para ella. Daddy no solo fue una de las favoritas en el Miss chiquita 2022, sino que ahora es un símbolo de resistencia, de concepto y de autenticidad. El mismo arte que algunos quieren opacar, ahora la ha llevado a puntos más altos por experimentar, como lo fue convertirse en la musa de una de las campañas de “TRUE”. Pero conformarse nunca fue una opción para esta figura del drag, tanto así que, en 2024, se alzó como La Reina del oscureteo, dominando la escena drag con su presencia que retumbaba en cada rincón del Ateneo Porfirio Barba Jacob; mostrándole al mundo así, que con el talento que se tiene, se educa y se potencia, nadie podrá quitarle lo que le pertenece por derecho. El drag de Daddy no solo es estética, es una historia viva que se escribe con cada paso que da.
El futuro de lo que Santiago quiera transmitir por medio de Daddy no solo es un sueño, es una promesa. Al hablar de lo que se muestra de la cultura drag en Medellín, su esencia brilla con pasión, refleja una seguridad y un deseo que solo los que han enfrentado la adversidad del mundo drag pueden tener. Daddy sabe que el drag en la ciudad ha evolucionado, ha crecido y ha llegado a espacios de la ciudad, que hace unos años atrás, se podían ver como algo imposible de hacer. Pero aparte de todo esto, Daddy Dysmorphia también sabe que esta evolución obtenida no fue fácil, que las pioneras del drag en Medellín pasaron por un camino lleno de obstáculos, de luchas, de sacrificios. Sin embargo, Daddy es una de las pruebas de que la esencia, el arte y la identidad no pueden ser detenidos.
Ella ha llegado para quedarse, para impactar, para hacer historia. En su ser resuena un eco que se nota que viene desde la profundidad de si: el drag no es solo una moda, es un movimiento, una revolución del ser. El drag aquí no se basa solo en una superficialidad, es un acto de resistencia, un grito de libertad. Ellas, las dragas Medellinenses, están aquí para marcar la diferencia. Han venido para transformar, para inspirar, para romper con las expectativas y las normas que se establecieron. Su legado, aunque ya ha marcado significativamente, apenas ha comenzado.

Ni bella ni normal: Daddy
Al final, desglosar lo que muestra Daddy es complejo. Daddy Dysmorphia nos hace encontrar en su arte todos los matices de la vida: la dulzura, la rudeza, la fragilidad, la fuerza. Ella no solo es una drag, es un ser que refleja lo que todos tenemos dentro. Daddy nos muestra una esencia pura, un deseo profundo de ser vistos, de ser entendidos, y más que eso, la experiencia tan intrínseca al ser humano de expresarse en libertad. Por medio de su arte, ella ha tocado muchas personas, no solo con sus contornos y sombras, sino con la honestidad que transmite la personificación de lo que nos quiere exponer Santiago.
Ser Daddy no es solo un acto performático, es un acto de un amor tan incondicional hacia el ser mismo, hacia el arte que corre por sus venas y hacia el deseo de compartirlo con los demás. En ese amor, en esa fortaleza, en esa autenticidad, Daddy ha dejado una huella imborrable en la cultura drag de Medellín, demostrando que el drag, más que una forma de expresión es un reflejo de lo más profundo de un ser que siente.
Daddy Dysmorphia, con su presencia poderosa, su melena ginger y con su corazón abierto, es un recordatorio de que, a pesar de todo, siempre hay un espacio para brillar, dejar huella y marcar la sociedad.