Cine con rostro real

Por: Isabella Correa Pulgarín y Nataly Vahos Cardona

30 Marzo, 2025

¿Qué tiene un rostro de cine que puede transmitir más verdad que el de una estrella reconocida del Séptimo Arte? en el mundo de las películas hay quienes nunca han pisado una escuela de actuación y, sin embargo, logran conmover al espectador con una autenticidad difícil de replicar.

Son los actores naturales, personas que nunca se dedican a la actuación, pero que tanto directores y directoras eligen para dar vida a personajes, roles que en ocasiones son sacados directamente de la realidad.

En Colombia, esta práctica ha sido clave en películas que han retratado la crudeza del conflicto, la vida en las regiones más apartadas y las emociones más profundas del ser humano. Pero ¿qué lleva a un director a preferir un rostro inexperto a uno entrenado?, ¿qué impacto tiene en la película y en el propio actor natural?

Equipo de grabación Los reyes del mundo.

Espontaneidad y autenticidad

Uno de los principales motivos por los que los cineastas eligen actores naturales es la autenticidad que aportan a sus personajes. Al no estar entrenados en las técnicas tradicionales de actuación, los actores naturales pueden ofrecer actuaciones espontáneas y genuinas cargadas de verdad y sin artificios.

Películas como Los Reyes del Mundo (2022) de Laura Mora, Los Colores de la Montaña (2010) de Carlos César Arbeláez y La vendedora de Rosas (1998) de Víctor Gaviria han demostrado que el uso de actores naturales potencia la capacidad del espectador de conectar emocionalmente con las historias, pues estos reflejan sin filtros las experiencias y realidades de su entorno.

“Realmente algunas escenas fueron muy cotidianas para mí, como jugar fútbol con otros niños, ir al colegio y otras que no eran cotidianas como subir a un árbol, recolectar sus frutos, cuidar conejos, entre otras actividades que suele realizar un niño campesino. Sin embargo, el director siempre procuró que nosotros los niños fuéramos los protagonistas así que nunca me cohibió de comportamientos, expresiones o acciones que considerara que le daban más esencia a lo que yo era y lo que terminó siendo Poca Luz en la película”.

Genaro Aristizábal, actor de la película Los Colores de la Montaña.

Diferencias con actores profesionales

El cine con actores naturales tiene diferencias fundamentales con el que utiliza actores profesionales. Una de las más notorias es la metodología de dirección. Esos directores suelen adoptar un enfoque más flexible, dejando espacio para la improvisación y la interpretación intuitiva de los personajes.  En contraparte, los actores profesionales siguen un guion y aplican técnicas de actuación que pueden ser más estilizadas y controladas. 

Ahora bien, con los actores profesionales se realizan 3 a 5 ensayos en un mes aproximadamente, dependiendo de la producción ya que eso siempre se están yendo a una profundidad representativa, mientras que con los actores naturales durante la producción se tienen que encargar de hacerlo sentir tranquilo mientras son observados por muchas personas.

“Con un actor natural no existe un guion donde se tenga certeza alguna de lo que va a pasar, en cambio con un actor profesional es todo lo contrario”.

Erik Ospina, docente de actuación.

Por otro lado, la docente de actuación de la Universidad de Antioquia, Ana María Araque, comentó que una posible “desventaja” de trabajar con actores sin formación es que ellos pueden padecer de pánico escénico y aunque esto no se ve en todos, sucede con bastante frecuencia en los naturales. También pueden trabarse o confundirse mucho al hablar por el mismo nerviosismo y, además, si bien se les da mucho espacio para la improvisación, a veces cuando sí se necesita que se aprendan el libreto, puede volverse tedioso y complicado, tal vez hasta sonar forzado.

Los colores de la montaña.
La vendedora de rosas.

¿Es rentable contratar a un actor natural?

El pago o reconocimiento económico entre actores naturales y profesionales son muy diferentes, ya que la Actoresaca (Asociación Colombiana de Actrices y Actores), se encontraba haciendo una indicación con respecto a lo que debería ser el pago mínimo por producción de un actor profesional, esto con el fin de hacer “valer” los derechos de los actores.

Por otro lado, se observa que la producción puede “considerar” que es mucho más rentable un actor natural, ya que no van a cobrar una suma alta a comparación de un actor profesional; sin embargo, la producción debe de considerar el tiempo de entrenamiento en dichos actores para que se sientan “bien” mientras son observados.

“Te pongo como ejemplo la nueva serie Cien Años de Soledad, en la que casi todo el reparto son actores naturales y yo la verdad me sorprendo bastante porque esta serie es una obra maestra en la cual, uno como actor formado, piensa que la misma serie exige un nivel de profesionalismo grande para muchas cosas, pero bueno… Esto también en como un “miedo” y genera preocupación porque nosotros los actores profesionales nos vemos en riesgo ya que son muchos los proyectos que están prefiriendo actores naturales”.
Docente Ana María Araque.

Además, un aspecto poco debatido es la situación de vulnerabilidad en la que se encuentran muchos actores naturales elegidos para esos proyectos. En su mayoría, provienen de contextos de calle o condiciones económicas precarias, lo que los convierte en opciones atractivas para las producciones que buscan realismo a bajo costo.

Muchos directores les prometen un futuro prometedor en la industria cinematográfica, pero la realidad es que, una vez la película se estrena, estos actores rara vez reciben nuevas oportunidades o apoyo para continuar en el medio. Así, terminan regresando a las mismas dificultades de las que provenían, sin que su participación en el cine haya significado un verdadero cambio en sus vidas.

Incluso, se sabe de directores que, para mantener la fidelidad de los partícipes de sus obras, si son consumidores de droga, consiguen esas sustancias alucinógenas para garantizar su continuidad y que no deserten en la producción.

Incluso, algunos han tenido que enfrentarse a amenazas, invasión de su privacidad y otras situaciones que les dificultan aprender a vivir con la notoriedad que obtienen de manera repentina. Varios han manifestado que no cuentan con el apoyo de quienes en su momento se los ofrecieron, quedando expuestos a las consecuencias de la fama sin ninguna preparación ni respaldo.

Lady Tabares, por ejemplo, actriz natural antioqueña, protagonista de La Vendedora de rosas (1998), su vida en la pantalla fue tan dura y dramática como la que padeció por fuera de las luces y las cámaras. Contrario fue el caso de Ramiro Meneses, quien pasó de Rodrigo D, No futuro (1990) a ser actor de series en TV y cine, explorando desde el drama hasta la comedia, y que fue una de esas joyas de actores naturales encontradas por el poeta y director Víctor Gaviria.

En definitiva, el uso de actores naturales en el cine colombiano ha demostrado ser una herramienta poderosa para transmitir autenticidad y emoción en la pantalla. Su espontaneidad y cercanía con las realidades que representan les permite conectar con el público de una manera única, a menudo más impactante que la actuación profesional.

Sin embargo, esta elección también conlleva desafíos tanto en el proceso de dirección como en la preparación de los intérpretes, así como en la industria misma, donde los actores profesionales pueden verse desplazados. A pesar de esas tensiones, la apuesta por los actores naturales sigue cobrando fuerza, reafirmando el valor de la verdad exhibida en la pantalla, en la narración cinematográfica, misma que cuestiona los límites entre la actuación y la realidad. 

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